Enero 17, 2017>> Durante cinco noches consecutivas, ciudadanos apartidistas de Mexicali han ocupado y cerrado las oficinas municipales y estatales en respuesta a la recién aprobada Ley del Agua. Dicha ley, asegura desde el conserje de escuela hasta la mesa directiva de Canacintra, busca privatizar el agua del estado para ser controlada por gente cercana al gobernador de Baja California, Francisco Vega, en otro de sus negocios vinculados a la gestión pública.
Por estas razones, añadiendo los sentimientos de inconformidad, frustración y enojo de un municipio al que sus últimos alcaldes han despojado de recursos (Pérez Tejada y Jaime Díaz fecit) y un aumento del 20% en la gasolina a nivel federal, el domingo 15 de enero hubo una marcha y manifestación que reunió a más de 60 mil personas en Mexicali, solamente. La más concurrida de su historia.
Sin embargo, la respuesta de la clase política—diputados, congresistas, senadores, gobernadores y presidentes— ha sido similar a la atribuida a María Antonieta de Austria en vísperas de la Revolución Francesa, cuando en el palacio de Versalles su corte le comunicó que la gente de París tenía hambre: «Pues que coman pasteles», dijo ella. Poco tiempo después, la reina de Francia era guillotinada por su pueblo en la Plaza de la Concordia.
El día de la mega marcha la portada de uno de los periódicos con mayor circulación en el estado decía: «Diputados aumentan sus dietas 11 MDP», por ejemplo. Mientras el gobernador Francisco Vega felicitó a los manifestantes esa misma tarde por su labor cívica, como si no se diera cuenta (o no quisiera darse cuenta) que las protestas habían sido en su contra.
Contra intentos de deslegitimación en redes sociales y agotamiento a base de dejar pasar los días, los campamentos ciudadanos han resistido cinco noches de plantón, con lluvia y frío incluido, gracias al apoyo de la sociedad civil, quien ha demostrado solidaridad mandando carpas, casas de campaña, madera para hacer fuego, cobijas, comida, bebida, baños portátiles y visitas constantes durante el día.
La noche de este lunes corrió el rumor de que un intento de desalojo inminente para los acampados en el palacio ejecutivo estatal, pero hasta las 5:00 de la mañana (cuando escribo esto) todavía no ha sucedido nada.
Por otro lado, por fin se ha dicho que hoy, martes 17, habrá una mesa de diálogo entre representantes de los campamentos y del gobierno municipal, donde se espera que hablen de las peticiones y condiciones de los manifestantes para desalojar la plaza y el alcalde firme sus propuestas.
P.D. Se convoca volver a marchar el domingo 22 de enero a las 10 AM para seguir ejerciendo presión a los representantes de gobierno. Las demandas siguen siendo derogar Ley del Agua, reclamar una postura del gobernador contra el gasolinazo, eliminar el aumento al impuesto predial en el municipio, reducir el suelto de los funcionarios públicos, entre todas las peticiones que los ciudadanos exijan.