¿DE QUÉ SE TRATA ESTO…?

…Y POR QUÉ TANTO SHOW?

¿Qué es Divide & Vencerás?

Una trinchera, una torre, un laboratorio de resistencia y persistencia para las voces y puntos de vista que no están de acuerdo con lo que el poder político, las cámaras empresariales, el mercado y los medios masivos de comunicación nos obligan a consumir. Es también un espacio donde identificamos esta forma de imponer todo, desde la ropa que usamos, la comida que comemos, las películas que vemos —hasta los chistes que más nos gustan, y ni sabemos por qué— como la misma que utilizaron las sociedades totalitarias de hace siglos: el Imperio; vaya que tenemos claro que el enemigo es el Imperio. Y todavía esperan que no hagamos nada viviendo como vivimos y sabiendo lo que sabemos.   

¿Por qué ese nombre?

Mucho antes de que Felipe II de Macedonia —padre del Alejandro más famoso del Mediterráneo— verbalizara esta frase cerca del año 300 a.C., y definitivamente una idea que le dio a Maquiavelo hartas razones para escribir un tratado sobre el ejercicio del poder, toda fuerza de control y dominación ya la venía practicando ampliamente en sus respectivas regiones. Todo para impedir que lxs vencidxs y lxs explotadxs —es decir, todxs lxs que no pertenecieran a las familias del poder— pudiéramos unir fuerzas para safarnos de hacer lo que nos manden a hacer; y encima que lo hagamos sonriendo y moviendo la cola. 

¿Para qué sirve?

En una sociedad cada vez más vacía y vaciada de contenidos distintos y de voces diferentes, queremos construir redes que no dejen a la muerte del olvido la gran diversidad de relatos que carga nuestra memoria colectiva; queremos intervenir en lo cultural y en lo político desde un espacio propio, autogestivo y autónomo que no responda a intereses institucionales ni de mercado; queremos una agenda política y cultural que responda a nuestras preocupaciones y necesidades, a nuestros estilos y diversas formas de vida; queremos aprender y compartir conocimiento, pasarla bien, burlarnos de los opresores, empoderar a los oprimidos y —siempre desde un análisis crítico— hacer comunidad.

¿Quién lo hace?

Licenciado en sociología y filosofía con estudios de posgrado en ciencias sociales —truncos—, ha sido profesor, niñero, músico, escritor, mesero, cocinero, barista, frutero, recepcionista, traductor, intérprete, migrante —con papeles y sin papeles—, ayudante de investigación, analista económico, mensajero, periodista, librero, editor y poco más. Antes de volver a Mexicali a finales de 2016, vivió (por razones que a veces no recuerda ni se le antoja recordar) en Oakland, Madrid, Los Ángeles, San Diego, Ciudad de México, Estambul, Parma y Buenos Aires, donde se vió obligado a trabajar para ganarse la vida... como si eso fuera especial.